viernes, 18 de mayo de 2012

comportamiento de consumidor: EMOTIVIDAD

Entonces, en la emotividad intervendrá un componente expresivo que dará lugar a conductas motoras, gestos faciales y expresiones verbales; a cada estado de ánimo le corresponde una manifestación conductual.
La expresión facial nos dará una clara idea de la calidad e intensidad de la experiencia emocional vivida. Cuando se experimenta una emoción de cualquier tipo, agradable, desagradable, los neurotransmisores envían estímulos eléctricos desde el sistema nervioso central a los músculos faciales, dando paso a respuestas estereotipadas, que presentan un importantísimo valor comunicativo entre los humanos.
Por ejemplo, si sentimos alegría, de inmediato se producirá un retraimiento oblicuo de las comisuras de los labios y la elevación de las mejillas, en cambio, si lo que nos invade es la ira, se fruncirá nuestro ceño, descenderán las cejas, se estrecharán los labios y se apretarán los dientes.
Y también las emociones nos moverán a actuar o en su defecto a retraer algunas acciones. Así es que cuando sentimos alegría, tendremos muchas más ganas de realizar actividades, en tanto, la tristeza implicará una parálisis de movimientos.
Cabe destacar, que dependiendo de la situación personal en la que se halle alguien, la emoción podrá exacerbarse o bien no generar el efecto que normalmente produciría en el individuo.

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